viernes, 8 de febrero de 2008

MI GUERRA EN EL SÁHARA (I-EL INICIO)

Era un 19 de Enero de 1973. Pasado el medio día, aterrizaba, en el aeropuerto del Aaiún, capital del Sáhara Español, el avión (DC3) que me trasladaba desde Madrid para incorporarme al servicio militar.

Atrás dejaba la confortabilidad de mi casa, mi familia, mis amigos, mi trabajo y una medio novia, que por cierto, me puso unos cuernos enteros aprovechando la ausencia, para enfrentarme a 14 meses de yo no sabía que.

Todo había empezado unos meses antes cuando mi padre y mi amigo Álvaro (ya hablaré más de el) fuimos a un cuartel en El Pardo, donde se celebraba el sorteo de la mili. Antes de entrar, tomando un café (y mi padre una copita de Chichón), me decían ¡¡¡mira que si te toca Melilla!!!, ¡¡¡ hombre, no creo !!! con la cantidad de destinos que hay... Bueno, pues yo no andaba muy desencaminado, no me tocó Melilla, me toco el Sáhara, tercer reemplazo, incorporación en Julio de 1973... anda que vaya oráculo que estoy hecho.

Yo no sé lo que dormiría mi padre esa noche, y sobre todo mi madre, pero yo me acuerdo que no pegué ojo dándole vueltas al asunto.

Pasados unos días, pensé que esperar casi año para incorporarme, dando vueltas a cosas como ¿donde me mandan? ¿por qué a mí ? ¿esto no es justo?, etc. era mucho, así que decidí pedir el cambio de reemplazo para irme lo antes posible. Me lo concedieron. Incorporación 17 de Enero de 1973.
Dias antes de mi marcha, mi padre se había estado moviendo y me consiguió, por un Capitán conocido suyo, una carta de recomendación del Capitán General de Canarias, que era el que tenía el mando sobre el Sáhara Español. Con ella en el bolsillo yo me sentí mas seguro. Está bien... pensé, dentro de lo malo, tendré un buen destino.

También mis amigos prepararon una fiesta, de la que no voy a hablar por si alguien se siente aludido y esto lo leen sus actuales parejas, pero si os diré que es donde se acuño el término "irme a la guerra" que dará título a estos artículos. Efectivamente, hacer la mili en la península, y sobre todo en Madrid, suponía un mejor destino, pase pernocta para dormir en casa, comer los guisos de tu mami, copas con los amigos, pero ¿y en el Sáhara?. Bueno, ya os lo contaré.

Para terminar esta primera parte, os diré que el día de incorporarme (17 de Enero), tenía que estar dos días en un cuartel, en la carretera de Extremadura, hasta que me tocara embarcar en el avión que me llevaría al Sáhara. Nuevamente mi padre se movió, no se como lo hizo, pero consiguío sacarme de aquel cuartel y que me fuera para casa, y volví el día (19 de Enero) que salía el avíon.

Por cierto, mi padre no era militar, como a lo mejor podría parecer y por lo que podría haber tenido algún tipo de prevendas, era conductor del cuerpo de bomberos de Madrid.
SIGUIENTE ENTRADA 16/02/2008

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