miércoles, 15 de octubre de 2008

¿QUIÉN MATÓ AL COCHE ELÉCTRICO?

El título de este artículo lo he tomado prestado de un documental estrenado el año 2006 y, en el que su director y guionista Chris Paine, tratar de destapar los intereses ocultos que llevaron al fracaso y a la posterior desaparición del EV-1, coche eléctrico fabricado de General Motors en 1996.

¿Y como le dio a GM por poner en la calle vehículos eléctricos?. Pues veamos. En el Estado de California, se había aprobado una directiva llamada ZEV Mandatory (Zero Emision Vehicle Mandatory), encaminada a promover (0bligar) que, al menos un 2% de los automóviles de este Estado, fueran vehículos con cero emisiones de contaminantes, por lo que subvencionaba a los fabricantes con hasta 13.000 $ por vehículo.
General Motors construyó un vehículo genial. El EV-1 (Vehículo Experimental nº 1). Se trataba de un coupé de dos plazas, construido en aluminio y materiales reciclables, aceleraba de 0 a 100 Km/H en 9 segundos, y tenía una velocidad máxima de 129 Km/H. Tenía una autonomía de 225 Km con la carga eléctrica de una noche. Una parte del éxito de esta autonomía era su coeficiente aerodinámico de solo 0,19 frente a la media de 0,30 de los automóviles convencionales. Estaba equipado con aire acondicionado, elevalunas eléctrico, cierre centralizado, radio CD y casette, luneta térmica posterior, dirección asistida, avisador de presión de los neumáticos, asientos de cuero... lo típico de un vehículo de clase media/alta.
¿Y cuanto valía? Aquí viene la primera sorpresa. No se vendía. Se comercializó como alquiler (leasing) a flotas y particulares, por un periodo inicial de 3 años o 30.000 millas. El precio era de 399 $ mensuales que incluía el sistema de recarga en casa y uno portátil para utilizar en los numerosos puntos de recarga que se instalaron.
A esta iniciativa se unieron otros fabricantes. Toyota con en Rav4 EV, Ford con el Range EV y el Think City, o Nissan con el Passadena Hypermini. Pero todos con el mismo sistema de alquiler. ¿Qué raro?.
Estos fabricantes, al mismo tiempo de poner en la calle sus vehículos subvencionados, estaban luchando en los tribunales, y donde no son los tribunales, contra la ZEV Mandatory. Es decir, ni a ellos ni a otros sectores, como los del petróleo, les interesaba un carajo el medio ambiente. Por eso comercializaron los vehículos en alquiler. Cuando consiguieran lo que querían, estos coches desaparecerían. Eso si, la tecnología ya la tendrían, y además probada, para un futuro incierto en el mundo de la automoción.
Presuntamente, el presidente George W. Bush, no sabemos el motivo(¿o sí?)
presionó lo suficiente para la anulación de la ZEV Mandatory o modificarla para una mayor flexibilidad.
Una vez conseguido, que se consiguió, todos los fabricantes ejercieron su derecho a la no renovación de los contratos de alquiler. Muchos de los usuarios de estos vehículos, que estaban encantados con ellos, quisieron prolongar el leasing o incluso comprarlos, pero el NO fue rotundo. Casi todos, una vez recuperados, fueron destruidos.
Yo no digo nada más, saca tú tus propias conclusiones.
DEDICATORIA:
A mi prima Pilar (Argentina) que me puso sobre la pista.

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