martes, 29 de julio de 2008

EL PRECIO DEL PETROLEO

Me ha llegado uno de tantos correos electrónicos que circulan por la red y que la mayoría de las veces no aportan nada pero este, me ha llamado la atención por los datos que ofrece.
He intentado contrastar estos datos y, salvo error u omisión, son buenos.
En el año 2000 usábamos la peseta así que las cantidades, están pasadas a euros para poder compararlas con las del 2008. Yo no me acordaba, pero efectivamente, en el año 2000 un dólar se cambiaba a casi 200 pesetas (ver noticia de El Mundo).
En fin, estos son los datos:

Año 2000

1 $ = 1,20 € (200 pts)

Precio barril petróleo en $= 60$ que multiplicado por 1,20 nos da el coste en euros.
Precio barril petróleo en €= 72,00€
Precio litro gasolina en surtidor = 0,82€

Año 2008

1 $ = 0,64 €

Precio barril petróleo en $= 110$ que multiplicado por 0,64 nos da el coste en euros.
Precio barril petróleo en €= 70,40€
Precio gasolina en surtidor = 1,28€

Si te pones y haces cuentas, verás que, en 8 años el precio del petróleo, en euros, ha bajado un 2,2% y el precio de la gasolina en el surtidor, ha subido un 56%. ¿Alguien puede explicarme esto?. El Euríbor y la inflación ¿están subiendo por el alza del precio del petróleo, o por el alza del precio de los combustibles en el surtidor? Lo primero puede no ser controlable por algunos Gobiernos... lo segundo si.


Según una noticia publicada hoy, la petrolera hispano-argentina Repsol YPF obtuvo un beneficio neto de 2.117 millones de euros en el primer semestre del año, un 24,1% más que en el mismo periodo de 2007, debido al incremento del precio de su cesta de crudos.


Por favor... siguen contándonos milongas y encima nos las creemos.

jueves, 3 de julio de 2008

MI GUERRA EN EL SÁHARA (VI-LAS NOVATADAS)

ANTERIOR ENTRADA: 3/06/2008

Esta entrada será un poco más larga de lo habitual, pero es que quiero intentar que entiendas bien lo que sucedía y además, teniendo en cuenta donde estábamos.
Efectivamente, como decía en el capítulo IV, el primer día no pegamos ojo. Ni el siguiente, ni el otro, ni la primera semana... Esto que te cuento ahora es ciencia-ficción, ya que en la mili estaban prohibidas las novatadas, así que imagínate que me lo he inventado o que lo he soñado, pero solo imagínatelo.
Para situar la acción te describiré los barracones donde dormíamos. Esta vez si que eran de obra, no de madera como en el Campamento, y estaban configurados de la siguiente forma; la puerta de entrada estaba en el centro, con lo cual, al entrar en el barracón, este se dividía en dos partes. A la izquierda, camas individuales para los abuelos, a la derecha literas. Las camas de arriba de las literas eran para los padres, las de abajo, evidentemente, para los recién llegados. Según se iban licenciando reemplazos, las camas se iban heredando, hasta llegar a disfrutar de una cama en la zona de la izquierda. Cuanto más a la izquierda estaba tu cama, mas “galones” tenías.
Esta configuración tenía su motivo. Además de marcar las jerarquías, era tener un mejor acceso para dar la pastilla (putear) a los reclutas.
La pastilla más habitual era el llamado convoy. Se trataba de entrar en el barracón y volcar los colchones de las camas de los reclutas, evidentemente con recluta incluido. Como esto se hacía sigilosamente, el recluta no se enteraba hasta que estaba en el suelo, con el colchón encima y sin saber lo que había pasado. Levantate, haz la cama como puedas, y a tratar de dormir. Luego ya sabes lo que está pasando, sobre todo cuando te lo hacen cuatro o cinco veces cada noche. Al final, simplemente pones el colchón encima del somier, te echas la ropa de cama por encima y hasta la siguiente vez.
Otra de las incursiones nocturnas era que te despertaban, con una linterna apuntándote a los ojos, y te hacían beber un brebaje, que a saber lo que tenía. Bueno si lo sé, yo sobreviví y fui veterano, pero no te lo cuento. La verdad es que, según los reemplazos, variaba el cóctel.
Esto era por las noches. Por el día, el recluta era lo menos de lo menos. Por ejemplo, servías el agua en el comedor y recogías los platos de tu grupo (cada grupo de veteranos, elegía un recluta como “machaca” y te debías a ellos); si pedían voluntarios para cualquier cosa, los primeros en presentarse tenían que ser los reclutas, etc. Si alguno desobedecía a un veterano, el castigo normal eran los petatazos. Esto consistía en ponerte de pie, inclinarte hacia delante apoyado en algo y recibir en el culo el número de golpes, dados con un petate, que te hubiesen asignado como pena.
Si la falta era más grave, se iba a juicio. Esto se montaba cuando ya habían pasado 15, 20 ó 30 días y el recluta estaba hasta los... de sufrir putadas. Siempre había un recluta que se revelaba y montaba alguna. Entre los veteranos se formaba el tribunal de abuelos, se nombraba fiscal (un padre) y defensor (un recluta) y se celebraba la causa con una parte del público vociferante (abuelos y padres) y otra parte en silencio y expectante (reclutas). La pena que se pedía siempre, era la horca, y siempre el recluta resultaba culpable. La sentencia se ejecutaba en el momento. El procedimiento era el siguiente. Entraba el verdugo (con capucha negra incluida), se acercaba al recluta y le dirigía al centro de la sala. Allí, soga con nudo de horca colgada de una viga, silla debajo, el recluta se sube a ella, se le pone una capucha, se le anuda la soga, el verdugo tira de la cuerda para que se note la tensión en el cuello y... patada a la silla. Sencillo verdad. Bueno, el caso es que, el verdugo siempre soltaba la cuerda (por lo menos mientras yo estuve allí), el recluta caía al suelo y se iba, cagado de miedo, entre las risas de todos. El recluta había aprendido una lección (¿?).
Yo como recluta, caí en el grupo más “cañero”. Lejos de lo que pueda parecer, fue una suerte. Recibía novatadas, pero nada comparado con el resto ya que estaba “protegido” por el grupo y además, aprendía deprisa. Posiblemente aquí cambió mi suerte en la mili.
Bueno, pues nada, como sueño o invención mía no está mal, verdad. Yo, siempre negaré que sufriese estas cosas, y mucho menos, que las hiciera.

SIGUIENTE ENTRADA: 10/11/2008.

martes, 1 de julio de 2008

APLICABLE AL TRABAJO DIARIO Y A LA VIDA MISMA

* LEY DE LA EXACTITUD.
Cuando se está trabajando para encontrar la solución a un problema, siempre resulta de gran ayuda saber la respuesta.

* LEY DE VAN HERPEN.
La solución a un problema consiste en encontrar a alguien que lo resuelva.

* PRINCIPIO DE PETER.
En cualquier jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia.
Corolario 1º- Dado un lapso de tiempo suficiente, y supuesta la existencia de un suficiente número de grados en la jerarquía, todo empleado asciende a (y permace en) su nivel de incompetencia.
Corolario 3º- El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.

* LEY DE JONES.
El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya ha pensado a quién echará la culpa.

* LEY DE MURPHY SOBRE TERMODINÁMICA.
Todo empeora a elevadas presiones.

* POSTULADO DE TYLCZAK SOBRE PROBABILIDAD.
Los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos.