miércoles, 17 de septiembre de 2008

EL PARO Y LA VENDIMIA EN FRANCIA

Me he dado cuenta de una cosa, ya no causa alarma social que cada fin de semana se produzcan 10, 15 ó 20 muertos en las carreteras, solamente en el caso de algo “mas” grave, hay algo de conversación o incluso polémica. Ha volcado un autobús y se han producido 15 muertos; una familia entera se deja la vida contra un “kamikace”, etc. Pues a mi, con los políticos, y salvando las distancias, me pasa lo mismo. Ya me he acostumbrado al “talante” del Presidente, a la lucha por el poder dentro de un mismo partido, a las salidas de “pata de banco” de José Blanco, a los “hilitos de plastilina” del Prestige, a la ministra de las “miembras”, etc., etc. Como ya he comentado en algún otro artículo, estos... están convencidos de que somos tontos. Y, como también he dicho, la culpa es nuestra por consentidores.
Esto viene a cuento de la última del líder del principal partido de la oposición. Mariano Rajoy, intentando atacar al Gobierno, ha juntado churras con merinas. Con ello, ha puesto en pie de guerra a los sindicatos, a las asociaciones de emigrantes, a los tertulianos de las diferentes cadenas de TV y, lo que es peor, ha dado pie a que José Blanco abra la boca. Me ha pasado como con un accidente de autobús, salvando las distancias, me ha llamado la atención.

"Hay que reformar ya la política de inmigración. Ya empezamos a ver algunas cosas que no son buenas en algunos lugares de España. Hay 180.000 extranjeros cobrando el seguro de desempleo y ya volvemos a tiempos pasados: ya hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa".

Yo creo que no ha querido decir lo que, por otro lado, se entiende perfectamente... o si ha querido decirlo.
¿Esta uniendo inmigración y paro en España o me lo parece a mí?. Unidos estos dos temas, no tienen sentido, por separado no se sujetan. Los separo.
Si hay 180.000 extranjeros cobrando el paro no es, ni más ni menos por que han cotizado lo suficiente para tenerlo. El paro es una prestación contributiva para todos los trabajadores (españoles o extranjeros), los que han cotizado tienen derecho y los que no han cotizado no cobran un euro. Es decir, reciben la prestación en función de lo que antes entregaron a las arcas del Gobierno. Ningún español sale perjudicado por este tema.
Segunda cuestión, la vendimia en Francia.
A Francia se han venido desplazando temporeros españoles desde hace muchos años, incluso en los tiempos de “España va bien”. Muchos acuden siempre a los mismos sitios. El patrón francés y el trabajador español se conocen desde hace años. Quizás este año hay más peticiones por el paro en la construcción, pero eso no supone contrataciones en origen son, simplemente peticiones, quizás las mismas que había antes del boom de las inmobiliarias.

Tanto UGT como CCOO destacan que los españoles siempre han ido a trabajar a la vendimia francesa, incluso en épocas de bonanza económica. "Lo que hay que preguntarse es el porqué hay 8.000 andaluces que prefieren recorrer cientos de kilómetros para trabajar en Francia en lugar de recoger la aceituna en Jaén o la fresa en Huelva", explica el secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT, Pedro Marcos.

Según he podido enterarme, este año en Francia la hora trabajada se cotiza a 8,71 euros, frente a los 5,98 euros que se cobra en España. Se trabajan 35 horas semanales y si se trabaja más, pagan las horas extraordinarias. Lo que supone que, trabajando un mes en Francia, ganas unos 2000 euros, casi el doble que en España. Los alojamientos son mucho mejores, y la campaña agrícola está mucho más regulada. Tradicionalmente, a Francia, se han trasladado familias completas. Una familia de cuatro personas en edad de trabajar puede venir a España con 8.000 euros, solamente por un mes de trabajo.
¿Dónde está el problema?. Este se produciría si estos españoles, que llevan años recogiendo uvas en Francia, no pudieran ir por contratar los franceses otra mano de obra más barata y/o camuflada. ¿Te suena esto?
Nuestros políticos deberían dejarnos en paz con tanta estupidez y demagogia, y sentarse para consensuar medidas más pegadas al terreno, como por ejemplo minimizar el alcance de está crisis financiera en la que nos han metido entre TODOS ellos.
Me extrañaría no volver a prestar atención a un accidente de autobús, pero estoy seguro que puedo vivir sin hacer caso a la clase política. A lo peor, echan en falta mi voto.

No hay comentarios: