Nadie me negará que el Partido Popular está en crisis. Lo que empezó por una, aparente, pequeña lucha de poder de cara al congreso de Valencia, ha desembocado en una auténtica guerra por el poder.
Durante los cuatro años de la anterior legislatura, la crispación política ha sido evidente. Nunca, en la corta historia de la Democracia en nuestro país, se había producido una oposición tan dura al gobierno de turno. Posiblemente el PSOE tenga parte de culpa, no digo yo que no, pero, bajo mi punto de vista, la oposición ha sido desproporcionada, lo que ha provocado la llamada crispación. Pero ya se sabe, en política vale casi todo.
Esta estrategia, también bajo mi punto de vista, promovida desde el núcleo más duro del Partido Popular, encabezada en la sombra por José Maria Aznar, ejecutada principalmente por Aceves y Zaplana, y apoyada por conocidos medios de comunicación, no les ha funcionado.
A la vista de los resultados electorales, Mariano Rajoy decide ser él mismo, dar un golpe de timón a la nave y soltar lastre, y aquí, se produce el motín. Primero, el globo sonda de la posible candidatura alternativa de Esperaza Aguirre, y la alusión de que Rajoy ha perdido dos elecciones y no debería presentarse a una tercera. Posteriormente la desbandada de Aceves y Zaplana (cinco minutos antes de que les eche Rajoy), luego el lío montado por María San Gil al no querer firmar la ponencia política para el congreso de Valencia.
Esto ha continuado con el anuncio de San Gil, de no presentarse a la presidencia del partido en el País Vasco y la posibilidad de abandonar el Partido Popular (¿en busca de Rosa Diez?). También se anunció la petición de baja de militancia de Ortega Lara; Rodrigo Rato se niega a reunirse con Rajoy; Aznar manda mensajes de “apoyo y afecto” a San Gil y Ortega Lara; convocatoria por SMS para una concentración de militantes, frente a la sede del partido en la calle Génova, en apoyo a San Gil y contra Rajoy.
Veamos mi análisis sobre el tema.
1º- Rajoy no perdió las primeras elecciones. Las perdieron los Aznar, Aceves, Zaplana, Trillo, etc. por meternos en la guerra de Irak, la gestión del Prestige, el Yak-42... y culminado con las declaraciones después del atentado del 11-M. Los españoles votaron contra ellos, no contra Rajoy.
2º- Las segundas si las ha perdido él, entre otras cosas por la estrategia de crispación, seguida en los últimos cuatro años. La oposición ha sido nefasta intentando solo destruir en lugar de sumar y construir. Si como dicen, tan mal lo hizo el PSOE, con poco que hubieran hecho ellos, habrían ganado.
3º- Felipe González y Aznar, perdieron dos elecciones antes de ser presidentes del gobierno.
4º- El otro día se concentraron unas 200 personas ante la sede del Partido Popular en la calle Génova. Menos guapo le dijeron de todo. A él y también a Gallardón. Las imágenes en TV daban miedo. Personas, aparentemente humanas, vociferando con la cara desencajada por el odio; corriendo detrás de los coches que salían del garaje y profiriendo insultos, en fin, patético. Si esto lo hacen con sus propios líderes, ¡¡¡cómo no lo van a hacer con políticos de otros partidos!!!. Me imagino que estas personas, votaron a Rajoy hace dos meses.
5º- Si no confiaban en Rajoy ¿por qué dejaron que se presentara a las elecciones?. Solo han pasado poco más de dos meses y ahora resulta que no vale, o mejor dicho, no les vale si lo que pretende Rajoy es llevar su propio proyecto. ¿Pretendían tener un hombre de paja?. La respuesta es SÍ.
Conclusión, esto no es una lucha de ideas, es un quítate tú para ponerme yo. La solución es tan sencilla como presentar una (o varias), candidatura alternativa y que los militantes decidan. Pero claro, para eso hay que dar abiertamente la cara, y nadie, por el momento, quiere darla, no sea que se la partan.
Durante los cuatro años de la anterior legislatura, la crispación política ha sido evidente. Nunca, en la corta historia de la Democracia en nuestro país, se había producido una oposición tan dura al gobierno de turno. Posiblemente el PSOE tenga parte de culpa, no digo yo que no, pero, bajo mi punto de vista, la oposición ha sido desproporcionada, lo que ha provocado la llamada crispación. Pero ya se sabe, en política vale casi todo.
Esta estrategia, también bajo mi punto de vista, promovida desde el núcleo más duro del Partido Popular, encabezada en la sombra por José Maria Aznar, ejecutada principalmente por Aceves y Zaplana, y apoyada por conocidos medios de comunicación, no les ha funcionado.
A la vista de los resultados electorales, Mariano Rajoy decide ser él mismo, dar un golpe de timón a la nave y soltar lastre, y aquí, se produce el motín. Primero, el globo sonda de la posible candidatura alternativa de Esperaza Aguirre, y la alusión de que Rajoy ha perdido dos elecciones y no debería presentarse a una tercera. Posteriormente la desbandada de Aceves y Zaplana (cinco minutos antes de que les eche Rajoy), luego el lío montado por María San Gil al no querer firmar la ponencia política para el congreso de Valencia.
Esto ha continuado con el anuncio de San Gil, de no presentarse a la presidencia del partido en el País Vasco y la posibilidad de abandonar el Partido Popular (¿en busca de Rosa Diez?). También se anunció la petición de baja de militancia de Ortega Lara; Rodrigo Rato se niega a reunirse con Rajoy; Aznar manda mensajes de “apoyo y afecto” a San Gil y Ortega Lara; convocatoria por SMS para una concentración de militantes, frente a la sede del partido en la calle Génova, en apoyo a San Gil y contra Rajoy.
Veamos mi análisis sobre el tema.
1º- Rajoy no perdió las primeras elecciones. Las perdieron los Aznar, Aceves, Zaplana, Trillo, etc. por meternos en la guerra de Irak, la gestión del Prestige, el Yak-42... y culminado con las declaraciones después del atentado del 11-M. Los españoles votaron contra ellos, no contra Rajoy.
2º- Las segundas si las ha perdido él, entre otras cosas por la estrategia de crispación, seguida en los últimos cuatro años. La oposición ha sido nefasta intentando solo destruir en lugar de sumar y construir. Si como dicen, tan mal lo hizo el PSOE, con poco que hubieran hecho ellos, habrían ganado.
3º- Felipe González y Aznar, perdieron dos elecciones antes de ser presidentes del gobierno.
4º- El otro día se concentraron unas 200 personas ante la sede del Partido Popular en la calle Génova. Menos guapo le dijeron de todo. A él y también a Gallardón. Las imágenes en TV daban miedo. Personas, aparentemente humanas, vociferando con la cara desencajada por el odio; corriendo detrás de los coches que salían del garaje y profiriendo insultos, en fin, patético. Si esto lo hacen con sus propios líderes, ¡¡¡cómo no lo van a hacer con políticos de otros partidos!!!. Me imagino que estas personas, votaron a Rajoy hace dos meses.
5º- Si no confiaban en Rajoy ¿por qué dejaron que se presentara a las elecciones?. Solo han pasado poco más de dos meses y ahora resulta que no vale, o mejor dicho, no les vale si lo que pretende Rajoy es llevar su propio proyecto. ¿Pretendían tener un hombre de paja?. La respuesta es SÍ.
Conclusión, esto no es una lucha de ideas, es un quítate tú para ponerme yo. La solución es tan sencilla como presentar una (o varias), candidatura alternativa y que los militantes decidan. Pero claro, para eso hay que dar abiertamente la cara, y nadie, por el momento, quiere darla, no sea que se la partan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario