sábado, 24 de abril de 2010

SOBRE VELOS Y OTRAS HIPOCRESIAS (1/2)

En España y en varios países europeos, cada vez está mas caliente el tema sobre el uso del velo islámico en lugares públicos. Yo mismo tengo mis dudas que me crean contradicciones, quizás por ese motivo me he animado a meterme con este artículo, que posiblemente sea un charco. Como cuando estaba redactándolo creo que me queda un poco largo, lo dividiré en dos episodios, no quiero aburrir al personal.
Esto no es un tema para verlo a la ligera, yo lo dividiría en cuatro escenarios, social, educativo, religioso y político, visto el “problema” en si como un todo, puede llevarnos a conclusiones erróneas, pero aisladamente, desgranándolo, se pueden sacar otras conclusiones.
Empezaré por el escenario social, yo parto de la base de la educación personal de cada uno y de su sentido común. Si yo me planteo un viaje con mi parienta a un país árabe, lo primero que entra en la maleta es algún tipo de pañuelo, chal, o chisme de esos que puedan servir para que se cubra la cabeza, eso sí, que sea mono y, si puede ser más de uno. En muchos sitios, además de un símbolo religioso, puede ser ofensivo para su cultura el no llevarlo, y a mí no se me ocurre ir a casa de nadie para ofenderlo, para eso me quedo en la mía. Siguiendo con esto, pienso que si alguien viene aquí, debería hacer el mismo esfuerzo en amoldarse a nuestros usos y costumbres, pero parece ser que no, el esfuerzo tenemos que hacerlo los demás para aceptarlos a ellos.
Todos los colegios se rigen por unas normas, marcadas en la mayoría de los casos por las APAS, y son diferentes en función del centro. Si yo matriculo a mi hija en un centro donde no se puede llevar el ombligo descubierto, minifalda y chanclas, lo que no puedo exigir es que hagan la vista gorda porque mi hija se ha puesto un aro colgando de la tripa, lleva un cinturón ancho en lugar de falda, y los zapatos no la gustan y, como mi hija es mi hija y sus circunstancias, pues a cambiar las normas.
Busca, compara y mete a tu hijos donde más te convenga por tu ideología, religión o pasotismo, pero no intentes que el mundo gire alrededor tuyo ¿o puede ser que estés utilizando a tus hijos para reivindicar tus propias creencias? Ya se que es mucho pedir, pero si tu no tienes dos dedos de frente, no fomentes que tus hijos tengan flequillo, intenta que se peinen para atrás.

Posiblemente debería haber empezado esto desde este escenario educativo, creo que puede ser la base de todo pero, pensándolo bien, creo que lo primero que salta a la vista es lo que socialmente vivimos día a día, así que creo que está bien así.
Desde el escenario meramente educativo yo pienso que es mejor educar que imponer y/o castigar. Muchas de las cosas que han pasado a lo largo de siglos, se han producido por la falta de educación desde la infancia, por el abandono de los estudios a edades muy tempranas para trabajar en el campo o en la fábrica y ayudar a la familia, y por los reducidos medios de comunicación a los que se tenía alcance o ponían a nuestro alcance. A lo largo de los años esto ha cambiado y las gentes, en general somos más cultas, lo que ha producido un importante paso adelante en la sociedad. Antes de cambiar algo prohibiéndolo ¿no sería mejor educar a las personas para que ellas mismas realicen el cambio? Ojo, digo educar, no aleccionar y/o dirigir, creo que me explico. Pero claro, la educación no es solo obligación de los educadores, tan importantes son estos como la propia familia, y si alguna de las dos partes falla, la educación falla inexorablemente.
Si en el centro educativo donde asistes te advierten una y otra vez de tus incumplimientos a las normas, los dices en tu casa y te alientan a que no depongas la aptitud ¿de que estamos hablando?
Próxima entrada escenario religioso y escenario político.
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